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miércoles, 16 de mayo de 2018

Billeteras, un medidor de la honestidad humana

Por Manolo

En busca de hallar la ciudad más honesta de todos los Estados Unidos, un hombre de California se dio a la tarea de intentar medir este sentimiento en los ciudadanos de su país, y lo hizo de una forma muy original. Mark Rober, que es como se llama el investigador, escogió un método que le resultó el más preciso para establecer cuál es el territorio menos propenso a cometer actos delictivos, y gracias a su ingenio puso en práctica una técnica diferente. Este sujeto tomó un total de 200 billeteras y colocó dentro de cada una de ellas duplicados de documentos de identificación. A continuación, las dispersó por estas ciudades y se dedicó a estudiar aquellas que eran devueltas.

 

Mark Rober, un hombre originario de California en los Estados Unidos, se dio a la tarea de medir la honestidad de los ciudadanos de diferentes ciudades de su país. Su labor no fue sencilla. Buscar el método más preciso que le permitiera establecer cuál era el territorio menos propenso a cometer actos delictivos requirió de pericia e ingenio. La técnica, luego de ser adecuadamente analizada, fue puesta en marcha con prontitud. Rober consiguió al menos doscientas billeteras y estas a su vez fueron rellenadas con duplicados de documentos de identidad, tarjetas de crédito, dinero y algunos efectos o notas personales.

El joven ingeniero, y también youtuber, diseminó los portamonedas por al menos 20 de las ciudades más populosas de su país. Con los papeles que se encontraban dentro de la billetera cualquier persona que necesitase dormir con la conciencia tranquila podría devolver a Rober sus pertenencias. De acuerdo con las expectativas del influencer, su objetivo era tratar de establecer cuál era la localidad de la nación donde sus compatriotas se destacasen por una exacerbada honradez.

A través de sus redes sociales, el chico señaló que había escogido con minuciosidad el contenido de cada una de las carteras de cuero. Como curiosidad especificó cada uno de los objetos recopilados. Por un lado incluyó carnets de identidad falsos, un total de seis dólares americanos, así como más de 200 pesos originarios de Filipinas, los cuales equivalen a cerca de cuatro dólares. La idea de incluir los billetes filipinos era abultar la billetera y dar la impresión de que había mucho más dinero.

Otros artículos que dotaban de verosimilitud a la prensa utilitaria era la fotocopia de la impresión de una ecografía con la exclamación: “¡Es un niño!”. Además se podía apreciar la foto de un cachorro de labrador. Como franca apelación a la conciencia de quienes hallaran la cartera, Rober también incluyó una pequeña nota de papel con un número telefónico al cual debían llamar en caso de encontrar el objeto extraviado.

El youtuber le envió un total de diez carteras a cada una de la veintena de las más de 28 mil personas que le siguen en su perfil de Instagram. Tuvo mucho cuidado de poder cubrir la totalidad de ciudades previamente seleccionadas. Otros de sus propios fanáticos lo ayudaron a dispersar las carteras. Ellos dejaron los objetos en sitios con abundante visibilidad. Algunos incluso filmaron los primeros instantes de la reacción de los individuos que recogieron las billeteras. Luego de concluir la primera fase, Rober se sentó con calma a esperar las llamadas telefónicas de los encuestados. El juego de las estadísticas sobre honestidad ciudadana había comenzado.

Los resultados de la curiosa pesquisa señalar que dos de cada tres personas llamaron al influencer para devolver la billetera a su legítimo dueño. También se pudo precisar que el 96 por ciento de los individuos ni siquiera exploraron a profundidad el interior del artículo.

Dos de las localidades seleccionadas tuviera resultados de honestidad de hasta un cien por ciento. Estas fueron Chicago, la capital de Illinois, así como Salt Lake City. Desde esas dos importantes urbes retornaron las diez billeteras. Sin embargo, Detroit y Nueva York ocupar los últimos escaños en el ránking. Por desgracia, de esas localidades solo se devolvieron tres y cuatro cartera respectivamente. La investigación empírica de Rober sirvió de comprobación sobre otros aspectos estadísticos. En primer lugar, no hubo distinciones de sexo entre quienes devolvieron las pertenencias ajenas de manera intacta. Tampoco se apreciaron diferencias entre personas de mayor menor poder adquisitivo. Los bajos ingresos tampoco influyeron o pesaron en la moral de los ciudadanos encuestados. También se pudo apreciar que en las localidades con menor densidad poblacional se incrementaron los niveles de solidaridad.