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martes, 21 de agosto de 2018

¿Plásticas e inofensivas?

Por Manolo

En la ciudad estadounidense de Seattle, un juez estatal acaba de frenar por un tiempo la posibilidad de publicar planos que permitan crear armas mediante el uso de las impresoras 3D. Tal dictamen impide el cumplimiento del anterior acuerdo que logró la administración del actual presidente Donald J. Trump y la empresa Defense Distributed que había hecho los preparativos para dar a conocer los mencionados planos este 1ro de agosto. La compañía, radicada en el estado de Texas, se dedica a hacer diseños de armamento con código abierto y totalmente ideales para su replicación en tres dimensiones, aunque se define a sí misma como una institución sin ánimos de lucro.

En junio pasado, Defense Distributed consiguió cerrar un trato con Washington que les permitiría publicar en la red de redes los diseños de pistolas, moción que el pasado lunes tuvo un duro revés, cuando además del Distrito Columbia, en los estados de Pensilvania Connecticut, Maryland, Washington, Massachusetts, Nueva York, Nueva Jersey y Oregón fueron presentadas sendas demandas contra tal acuerdo, alegando que el gobierno procedió de forma unilateral a la hora de firmar semejante vínculo.

Los solicitantes claman que de ser colgados en internet estos planos, darían a muchos criminales un enorme acceso a armas de fuego, y así mismo señalaron lo negativo de la decisión, que calificaron de violatoria de las leyes que controlan la tenencia de armas con el objetivo de asegurar la integridad física y psicológica de los ciudadanos.

El fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, ha declarado que se hará todo lo que está en sus manos para procurar que las personas no tengan permitido ir por ahí imprimiendo armas como si se tratara de un juego. Su punto de vista fue soportado por Robert Lasnik, juez de distrito de Seattle, quien apuntó que la distribución gratuita y deliberada de tales datos podría desencadenar secuelas severas en la sociedad norteamericana.

Cody Wilson, fundador de la empresa y consumado anarquista, ha defendido su posición diciendo que el acceso a los archivos que permitirían la impresión de estos dispositivos violentos, es un derecho que amparan las dos primeras enmiendas de la Constitución estadounidense, enfocadas por ese orden en la libertad de expresión y la posibilidad de portar armas.

Aquellos que abogan por el control de las armas de fuego, lógicamente temen que estas pistolas que salgan de las impresoras 3D lleguen a tener es estatus de “fantasma”, ya que al no contar con ningún tipo de identificación, pueden ser creadas sin registro alguno que establezca su propiedad, un hecho que dificultaría muchísimo la verificación de antecedentes y el seguimiento por parte de la policía y otras agencias de control gubernamental.

Por su parte, los que apoyan el “descontrol”, opinan que la tecnología para fabricar las armas es demasiado costosa, además de que estos dispositivos no serían de gran fiabilidad, por lo cual tampoco representarían una amenaza realmente temible.

No obstante la polémica, e incluso cuando la publicación estaba programada para realizarse este miércoles, desde hace una semana Defense Distributed ya había subido a su sitio digital las “instrucciones” para fabricar hasta nueva variantes diferentes de armas de mano.

Dentro del grupo de archivos que ha dado a conocer Defense Distributed se encuentran esquemas para recrear piezas que bien pudieran usarse para fabricar un rifle de asalto R-15, el mismo que ha sido triste protagonista de varios tiroteos masivos a lo largo de todos los Estados Unidos. Según cifras develadas por The New York Times, hasta hace poco había cerca de 2500 descargas de los diseños para el AR-15.

Al respecto, el presidente Trump ha dicho vía Twitter que de momento se analiza la posibilidad de vender pistolas plásticas 3D al por mayor, un tema sobre el cual ha conversado con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, después de tales declaraciones, Hogan Gidley, portavoz de la Casa Blanca, expuso la ilegalidad de tener o producir pistolas totalmente plásticas, entre ellas las que se generan a través de una impresora 3D. Y es que el director ejecutivo del Instituto de Acción Legislativa de la NRA, Chris Cox, ha expresado que este tipo de productos han sido ilegales durante varias décadas.

En 2013, los planos de armas fueron removidos de internet siguiendo directivas del Departamento de Estado, que a su vez obedecía las regulaciones internacionales vinculadas al tráfico de armas. Dos años más tarde, Wilson interpuso una demanda alegando que tal orden violaba sus derechos.

Sobre este mismo tema, la profesora universitaria de Virginia, Guadalupe Correa-Cabrera, indicó que aún hay existen muy pocas herramientas legales que permitan controlar el uso y tenencia de armas. Ella piensa que habría que ver cómo se desarrolla este fenómeno, aunque de cualquier forma considera que puede llegar a causar mucho dolor en el futuro.