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lunes, 17 de septiembre de 2018

Inteligencia artificial, amiga y no enemiga

Por Anitaa

Que los robots puedan superar a los humanos en disímiles actividades es una noticia vieja pero sorprendente a la vez. Un equipo de quince médicos reconocidos de China perdió en dos rondas competitivas ante el sistema de inteligencia artificial. 

El reto consistía en diagnosticar tumores cerebrales y hematomas a pacientes enfermos en sesiones del concurso organizado en el Tiantan Hospital de Pekín. BioMind AI fue diseñado por un centro de investigación en inteligencia artificial para desórdenes neurológicos de ese hospital y por un equipo de la universidad Capital Medical University y en 15 minutos logró un 87 por ciento de diagnósticos correctos de un total de 225 casos. Los médicos solo lograron un 66 por ciento de éxito.

Para predecir hematomas cerebrales los robots alcanzaron el 83 por ciento de aciertos mientras que los médicos llegaron solamente a un 63 por ciento de los casos.

Sucede que el robot ha sido sometido a un sistema de entrenamiento eficaz en la última década a través del almacenamiento de decenas de miles de imágenes de enfermedades relacionadas con el sistema nervioso. Así es capaz de diagnosticar enfermedades neurológicas comunes como meningioma y glioma y la tasa de precisión llega a más del 90 por ciento.

Lo importante en estas rondas competitivas no era el ganador final, sino cuánto pueden los humanos aprender de la tecnología y de la interacción con ella.

Ya mucho se ha debatido en torno a la sustitución de la fuerza laboral en determinadas esferas por robots. Incluso hay quienes piensan reemplazar sentimientos y emociones con una compañía robótica y ya eso sería demasiado. Lo que sí está claro es que De esta manera, la inteligencia artificial no tiene que ser vista como un enemigo sino como una amiga en el campo científico, sobre todo. No tiene que reemplazar a los profesionales sino que puede ser su apoyo.