De viaje por Rusia y sus templos futboleros
Cualquiera que vaya de viaje por la nación más grande del planeta en cuanto a extensión territorial, sentirá sin dudas, e incluso sin quererlo un sentimiento de pequeñez mayor que en cualquier otra parte de la Tierra. Casi todo en ese país es de una talla más grande que en el resto, sobre todo si se tiene en cuenta la magnificencia de su arquitectura y geografía, ambas muestras de tal grandeza. Por demás, esta nación que a partir del próximo 14 de junio recibirá a miles de aficionados al fútbol para celebrar el esperado Mundial de ese deporte, es un lugar que vale la pena conocer. Por eso le invitamos a recorrer algunos de los atractivos de las ciudades que acogerán la cita deportiva más espectacular de este año.
Primero podríamos irnos hasta la olímpica Sochi, urbe que se encuentra muy cerca de la ex soviética Georgia, además de estar entre las montañas nevadas del Cáucaso y el Mar Negro.
Sochi, ubicada dentro del krai o región periférica, de Krasnodar, está considerada como uno de los destinos turísticos más relevantes de todo el continente europeo. Sus playas y las lagunas minerales con propiedades medicinales la han convertido en un sitio que atrae cada año aun sinnúmero de turistas procedentes de todas partes del planeta.
Uno de sus lugares más importantes es el estadio Fisht, cuyo nombre rinde honor al pico más occidental de todo el Cáucaso. Construido en 2013 con forma de concha, a modo de tributo al célebre orfebre Fabergé, el Fisht es una verdadera joya en la corona de la ciudad.
Por si fuera poco, el vínculo de la ciudad con el deporte es muy grande, pues además de albergar las olimpiadas invernales de hace cuatro años, es cuna del surgimiento de grandes estrellas como la tenis María Sharapova y Yevgueni Káfelnikov, los dos ganadores de torneos Grand Slam.
Un poco más al norte, se encuentra la urbe de Rostov del Don, que a su vez funge como capital del que se conoce como Distrito Federal del Sur de Rusia. Por allí pasa uno de los ríos más grandes del país, el Don, que también da nombre a la ciudad.
Su templo futbolero es el Rostov Arena, que será sede de cinco partidos mundialistas y cuenta con una capacidad superior a los 43 700 puestos. Actualmente funciona como el “hogar” del conjunto FC Rostov, el cual en tiempos recientes ha llegado a jugar incluso un torneo de élite como la Liga de Campeones de la UEFA.
Más al este de Rostov, se encuentra la antigua ciudad conocida como Stalingrado, la cual fuera sede de una de las más terribles batallas de la Segunda Guerra Mundial entre el Ejército Rojo y las fuerzas nazis alemanas.
Ahora rebautizada con su nombre original de Volgogrado, la urbe contará para el Mundial con una cancha de lujo, conocida como Volgogrado Arena, un terreno que sustituyó al histórico estadio Central. Con capacidad para 65 mil personas, acaba de ser inaugurado hace menos de un mes.
Como curiosidad, en Volgogrado han nacido nada menos que tres mujeres que han sido campeonas olímpicas y mundiales. Tal es el caso de las atletas Yelena Isinbayeva (salto con pértiga), Tatiana Lebedeva (salto de longitud) y Yelena Slesarenko (salto de altura).
Para cerrar este periplo, toca movernos hasta Samara, localizada a orillas del caudal de agua más impresionante del país: el río Volga. Esta ciudad, que funciona como centro neurálgico de la región homónima, es una de las más industralizadas de la nación. Prueba de ello son las fábricas de autos Lada y la procesadora de combustibles fósiles Rosneft, además de sucursales de empresas extranjeras como Alcoa (metal) y Nestlé (alimentos).
La Samara Arena será su protagonista principal cuando en menos de un mes inicie la Copa del Mundo. Todas y cada una de sus 63 lunetas se llenarán para recibir un total de seis encuentros. Además, luego del evento, servirá como cuartel general del club Krylia Sovetov.
