Gamers de cabello plateado
Ellos mismos han escogido como nombre el de “Silver Snipers”, y son un grupo de gamers, o videojugadores que participa en uno de los eventos más relevantes de esta comunidad. Con esta información casi nadie se sentiría asombrado ni extrañado, pero si dijéramos que estos divertidos “muchachos” tienen un promedio de edad de 67 años, y que están formados al cincuenta por ciento por mujeres, no queda ninguna duda de que estamos hablando de un caso, cuando menos, singular. El equipo, de origen sueco, fue entrevistado hace poco por la cadena de noticias británica BBC, que viajó hasta la ciudad de Jonkoping, localizada a cuatro horas de viaje de Estocolmo.
El equipo, formado completamente por ciudadanos de suecos, hace poco recibió la visita de la célebre cadena de noticias BBC, que viajó hasta la ciudad de Jonkoping, localizada a cuatro horas de viaje de Estocolmo, para conocer sus historia.
Al sur de la capital de Suecia se encuentra el lago de mayor tamaño de esa nación escandinava. No obstante, la urbe en donde viven nuestros protagonistas es de tipo industrial, así que más allá de esa masa acuosa, pueden verse muchas bodegas y estacionamientos. Precisamente en uno de esos locales urbanos se realizó hace poco más de un mes el LAN Party conocido como DreamHack, la fiesta digital de mayor escala que se realiza en todo el mundo, en donde se reúnen fanáticos a los videojuegos procedentes de todos los rincones del planeta. Allí los jugadores disfrutaron de la diversión en pantallas gigantescas, tanto que superaría casi en cuatro veces a esas que tenemos en casa.
En un espacio repleto de jóvenes, el show se lo robaron sus “abuelitos”, quienes acapararon la atención de todos los presentes. Los Silver Snipers, formados por cinco personas de la tercera edad, son ya una sensación para todos los que gustan de los videojuegos en red, al punto de que en cada una de sus partidas, miles de personas se conectan para ver en vivo sus actuaciones en la plataforma llamada Twich.
Su integrantes son Oivind Toverud, cuyo sobrenombre es Windy, Abbe Drakborg (Birdie), Inger Grotteblad (Trigger Finger), Arne Indefors (YoungGun) y Monica Indefors (Teen Slayer). Su juego favorito y mayor especialidad es el “Counter Strike: Global Offensive”, el cual cuenta con millones de gamers que generan audiencias masivas a nivel global. El principio del “Counter…” es tomar el rol de terroristas o policías, quienes luchan en un mapa o área específica con el objetivo de detonar o evitar la detonación de una bomba. Ellos confiesan que aprender la mejor manera de desempeñarse en este ambiente virtual no es cosa sencilla, aunque para lograr un dominio del juego han contado con un verdadero ídolo de esta esfera.
Su profesor, que no es otro que Tommy Ingemarsson, diez veces rey mundial del “Counter Strike”, cuenta que trabajar con los Silver Snipers fue un reto enorme. A pesar de ello, él confiesa que recibió una gran sorpresa a ver el gran interés y pasión que demostraron todos los integrantes de este quinteto de jugadores por aprender y mejorar su nivel.
De vuelta al DreamHack, todos demostraron su emoción al ver a los “Snipers” en acción. Charlien, de solo 16 años, cuenta que le encantaron, y los describe como “lo máximo”. Por si fuera poco, el chico exhibe uno de los gorros de promoción repartidos por el mencionado grupo.
Esta misma sensación causaron en otros tantos jóvenes, que al ver la calidad del nuevo equipo quisieron enfrentarse a ellos en una partida. Además, Inger confiesa que tal reacción no se ha quedado centrada solo en los espacios de gaming, sino en sus propias casas. La señora relata que desde sus comienzos en estas prácticas, se ha acercado mucho a sus nietos, quienes a su vez se han convertido en sus propios entrenadores.
Precisamente uno de los momentos que generaron mayor espectáculo, fue cuando la señora apodada Trigger Finger se midió mediante una pantalla con su propio nieto, y logró vencerlo por un punto de diferencia.
Para Tommy Ingemarsson, este tipo de eventos como este ayudan a integrar a las personas, sin importar su edad, el color de la piel, su religión o el país de procedencia. Además, según otros expertos, la inserción de personas adultas en estos espacios puede resultar beneficiosa para su salud en diferentes sentidos.