Nicaragua quiere diálogo para conseguir la paz
En las últimas semanas se han vivido días atípicos y violentos en Nicaragua. A diario es noticia algún acto vandálico, enfrentamientos, violencias, lo cual ha causado muertes, heridos, y daños irreparables en la economía del país centroamericano. Muchos han sido los llamados a la normalidad en este territorio, pero el desorden continúa. Bajo el desespero, el pueblo pide con clamor acogerse al diálogo para que cesen los crímenes.
El pasado 18 de abril se desató en la nación centroamericana una crisis social sin precedentes en las últimas décadas. Ocurrieron ese día una serie de manifestaciones a favor y en contra del gobierno que dieron al traste con varios muertos, heridos y disímiles actos vandálicos. Según informes del gobierno, la situación se desató por una propuesta de reforma al seguro social la cual fue derogada luego y más tarde se hizo un llamado al diálogo nacional para lograr la estabilidad en el país.
Pero en ese momento no fue factible una negociación por la vía de la paz, pudieron más entonces la violencia, los enfrentamientos y los actos vandálicos que ocurrieron en varias ciudades del territorio nacional.
A criterio del gobierno de Nicaragua, la situación actual está dada por grupos de la oposición, los cuales están guiados por la ultraderecha nacional, quienes quieren ganar terreno en el ámbito político, y no encuentran otra forma que el excentricismo violento, lo cual ha desestabilizado por completo a ese país centroamericano.
Ha sido mucho el derramamiento de sangre, los muertos y heridos, sin contar los saldos materiales y daños a la economía, lo cual ha sido resultado de toda esa violencia que se vive en Nicaragua desde hace unas semanas.
Desde el gobierno, los movimientos sociales, hasta la iglesia, se ha intervenido y se ha hecho un llamado a dejar la fuerza como método para exigir el cambio que sea. El pueblo en general, y el más perjudicado a fin de cuentas, pide a gritos que se establezca un diálogo para poner fin a tanta tragedia que de repente se vive en Nicaragua.
Sean cuales sean los reclamos, las exigencias, la violencia nunca debe ser un método para exigir. Existen otras vías, que si bien han sido fallidas históricamente, bien pensadas y puestas en práctica dan el resultado esperado. Los que sí no debe permitirse, en el gobierno que sea, que el saldo del cambio sean muertos, heridos, y en general, pérdidas de todo tipo.
Necesita Nicaragua, urgentemente una solución a esos conflictos internos si no se quiere seguir perdiendo la vida de personas inocentes.
