Que Colombia no abandone los acuerdos de paz
La paz ha sido un término muy utilizado en Colombia en los últimos tiempos. Una paz que se ha negociado en un país donde hay más de un conflicto y diversos intereses. Diálogos, países mediadores, garantes, la firma de un acuerdo que aun no se hace realidad. De ahí que de armonía no se sabe nada a ciencia cierta, cuando de Colombia se trata.
Luego de la firma de la paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) y el gobierno de ese país, en La Habana, Cuba, aun siguen las divergencias en la nación sudamericana respecto al tema. Cuando ha comenzado otra ronda de negociaciones, esta vez entre el propio gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, y a pesar de que las FARC-EP cesó el fuego, incluso, estableció un partido político al dejar las armas, aun se sigue negociando en términos de paz, y el pueblo colombiano exige en las calles que se terminen de refrendar los pactos hechos en la capital cubana por casi más de 4 años.
Ahora, independientemente de las diferencias y las metas no logradas, parece ser que los involucrados están interesadas en continuar con su compromiso, al menos de la parte exguerrillera. Así lo confirmó recientemente el máximo líder de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Rodrigo Londoño (Timochenko), quien pidió al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, actuar para hacer de la construcción de la paz una realidad irreversible.
Londoño le solicitó a Santos que, como primer mandatario de esa nación sudamericana, continúe con los compromisos pacíficos hasta el último momento de su mandato, lo invitó, además, a que implemente que no se retroceda en lo que ya se ha avanzado hasta el momento en ese sentido.
Como es lógico, y apoyando el criterio de Timochenko, a estas alturas, el gobierno, lejos de echar en tierra todo lo logrado, debe honrar la palabra empeñada tras la firma de un acuerdo pacífico que ha sido ampliamente reconocido por la comunidad internacional.
Y es que no son los negociadores los, mayor o menor beneficiados o perjudicados en esta historia, es el pueblo, son las víctimas de un conflicto de décadas. Colombia en general quiere la paz, les toca entonces, a los máximos representantes de esos convenios, ser fieles embajadores, y hacer que finalmente los acuerdos se hagan realidad.