El hambre: un problema que afecta en grandes cantidades
En la actualidad, en Europa y Asia Central al menos 14 coma tres millones de mujeres y hombres sufren de inseguridad alimentaria y malnutrición. Un estudio de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, publicó un informe en el cual se evidencian las cifras antes mencionadas.
Los números de ese organismo internacional plantean que entre los años 2014 y 2016, por lo menos siete coma cinco millones de adultos en los 28 países miembros de la Unión Europea pasan hambre. A pesar de que, según el texto de la FAO, la región europea mostró avances en ese sentido, el tema de la alimentación ha sufrido un estancamiento. Por su parte, en el Cáucaso y Asia Central la subalimentación se mantuvo prácticamente sin cambios positivos.
Aspectos como la pobreza, los desplazamientos, los grandes grupos migratorios, son los antecedentes del problema del hambre en esas regiones, y así lo confirmó el director general adjunto de la FAO y su representante para Europa y Asia Central, Vladimir Rakhmanin.
La malnutrición es un flagelo que está presente en distintos grados y en varios países de esa zona, y coexiste generalmente donde hay altas tasas de desnutrición infantil y obesidad. Según la FAO, las carencias de micronutrientes y la sobrenutrición en niños, mujeres y hombres son dos de los principales problemas de seguridad alimentaria y nutrición en esas áreas geográficas, de igual modo el organismo internacional de la ONU detalla que esa creciente malnutrición se relaciona con los ingresos per cápita que permiten el consumo de productos alimentarios con un mayor valor calórico, además de estilos de vida cada vez más sedentarios.
Independientemente de las causas científicas que provocan el problema del hambre, no es menos cierto que hay otros aspectos que vulneran. Y podríamos mencionar las grandes crisis económicas en los países o regiones, las cuales devienen de grandes problemas políticos, y que siempre darán al traste con problemas que afectan directamente a las sociedades. Mientras los políticos se debaten en cómo “solucionar problemas”, los dificultades en sí dañan continuamente a las grandes cantidades, eso sin contar que muchos son corruptos y terminan lucrando con un presupuesto que pudo haberse destinado para calmar el hambre a muchas personas. El tema tiene mucha tela por donde cortar y aristas que directa e indirectamente conducen a ese mal que, lamentablemente aqueja a un gran número de habitantes, y no solo de Europa y Asia, sino del mundo entero.