¿Habrá consenso a través del diálogo?
Las medidas gubernamentales en Argentina han provocado gran descontento en la sociedad en los últimos tiempos, además de ser uno de los motivos por los cuales hoy día la nación sudamericana atraviesa una crisis económica que no alcanza a ver un acercamiento al fin. Los sindicatos en la nación austral no se han quedado cruzados de brazos y, por el contrario, salen a la calle a protestar o, lo que es peor, provocan grandes paros.
Ya es alarmante esta situación, por tal motivo el gobierno argentino convocó a una reunión de emergencia a la Confederación General del Trabajo (CGT), con el ánimo de poner un stop a la decisión de un paro general. Precisamente en esta jornada. La CGT realizará un plenario con sus principales voceros para ponerle fecha a la posible huelga. Ante esa situación, que evidentemente empeorará las relaciones gobierno-sindicatos, el Ejecutivo de Mauricio Macri citó a la CGT en busca de llegar a un acuerdo.
El encuentro entre ambas partes será antes que se reúna el Consejo Directivo de la central obrera, el cual anunciará la decisión que tomarán. Juan Carlos Schmid, uno de los principales líderes de la CGT, ratificó que si no hay solución habrá medida de fuerza, al considerar que el aspecto económico es uno de los que debe ser cambiado, y en esencia es lo que reclama la sindical, en ese sentido, al decir de este líder, no hay una espera optimista.
Los miembros del sindicato ratifican el criterio de que el gobierno, con sus malas decisiones, ha conllevado a todos los problemas económicos, no el sindicalismo del país. Pero la CGT, no es la única organización gremial que exige un cambio urgente, otras grandes centrales obreras como la CTA y la CTA Autónoma, también ratificaron su decisión de un paro general en la primera quincena de junio.
Tras el cierre de la Marcha Federal por Pan y Trabajo del primero de junio, tomó fuerza la decisión de continuar las huelgas con mayor dureza. Son demasiados los grupos sindicales y movimientos populares que están descontentos tras el veto presidencial de una ley aprobada por el Congreso que buscaban retrotraer a 2017 y congelar los precios de los servicios básicos que están afectando la día tras día a la economía del pueblo.
