Hay más agua en la Luna de la que se pensaba
Muy pocas personas en el mundo saben que el interior de la Luna contiene muchísima agua. Aunque antes se pensaba que no había este líquido vital ni componentes volátiles al interior de la Luna, estas suposiciones se han ido desvaneciendo con el tiempo y ahora se reportan evidencias científicas de que sí existe agua en la superficie lunar, incluso más de la que estimaban los expertos.
Investigadores de la Universidad estadounidense de Brown ha analizado con gran detalle depósitos piroclásticos lunares, hallando en un gran número de ellos elevadas cantidades de agua en su interior. Estos depósitos son capas de roca que posiblemente se originaron luego de las grandes erupciones volcánicas que tuvieron lugar en el planeta y cuyo magma fue arrastrado a la superficie de la luna desde lo más profundo del interior lunar. La realización del estudio fue posible gracias a que se emplearan los datos satelitales recopilados por el instrumento Moon Mineralogy Mapper, que se encuentra a bordo de la sonda Chandrayaan-1, de India, el cual mide la luz solar reflejada en las longitudes de onda del espectro visible y del infrarrojo cercano.
Ralph Milliken, líder del estudio, señaló que el agua presente en los depósitos que están en la superficie de la luna hoy, al ser resultado del magma que provino de lo más profundo del planeta, es indicador de que el interior de la luna también debe contener agua debido a que los productos del magma poseen este líquido vital. Para tener una idea de la cantidad de agua acumulada en los depósitos piroclásticos, los científicos aislaron la luz solar reflejada de la energía térmica emitida por la superficie caliente de la luna. Además, hicieron pruebas espectrofotométricas para determinar qué longitudes de onda rebotaban o penetraban en la superficie, detallándose los compuestos químicos y minerales de las diferentes zonas lunares.
Estos sorprendentes hallazgos confirman así la existencia de agua, y en bastantes cantidades, en los pozos volcánicos de la Luna. Esto posibilitará extraer agua de la Luna, y además puede beneficiar a las venideras expediciones lunares, pues “les evitaría tener que transportarla”, precisa Shuai Li, coautor del trabajo. El satélite natural de la Tierra nos sigue demostrando cuántas bondades guarda en sus profundidades.
