Los estadounidenses blancos están en peligro de extinción
Consideran muchos expertos que los estadounidenses blancos están en camino de perder su mayoría para 2044, y las políticas de inmigración xenófobas de Trump extenderían esa línea de tiempo en solo cinco años más. Un asombroso 55 por ciento de los blancos en este país creen que enfrentan discriminación racial. ¿Será cierto o no?
La sensación prevaleciente de victimismo, resentimiento y agravio blanco alimenta los ataques a la acción afirmativa y los cánticos de mitines neonazis como "No nos reemplazarás", que expresa el temor a una generación más morena que ya ha echado raíces. Con estas ansiedades, los caucásicos racistas confirman accidentalmente lo que nunca dirían: en los EE. UU., las minorías sufren. Pero debido a que estas mismas personas han visto durante mucho tiempo la opresión como influencia en el discurso político, les encanta rechazar acusaciones de "jugar la carta de la raza" o contrataciones de diversidad "menos calificadas", están ansiosos por cosechar las supuestas ventajas de lo que consideran un nuevo estado marginal.
Como resultado, tiene al estudiante blanco de Wake Forest University Ryan Wolfe apareciendo en Tucker Carlson Tonight en un patético intento de convertir un meme sobre él en algún tipo de causa célebre. La queja de Wolfe, que el colegio descartó porque una investigación solo "empeoraría las cosas", era que los compañeros le habían dado galletas saladas y Photoshopped su cara en una galleta. Pudo haber tenido un caso más fuerte si no fuera escritor para Wake Forest Review, una publicación conservadora del campus cuya declaración de misión se burla de "espacios seguros" y señala que "intenta proteger a los estudiantes del habla, pensamiento e incluso personas que podrían causar ellos "daño emocional" son malos para nosotros ".
En este contexto, Wolfe simplemente se queja de que no está protegido por un tipo de autoridad que quiere abolir de todos modos. Pero sigamos su historia de discriminación de mala fe hasta su origen: espera que creamos que se sintió ofendido por el calificativo "cracker" tácito pero fuertemente implícito, no pudo soportar abordarlo durante 18 meses, y aún sufre de la dolor emocional del ataque.
Así las cosas en un país dominado, en este instante, por un hombre blanco y xenófobo, racista, intolerante.
