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jueves, 21 de junio de 2018

Summit, una computadora al límite

Por Geralt

Cuando fueron introducidas en la década del 70 del siglo pasado, las supercomputadoras parecían sacadas de una novela de ciencia ficción. Diseñadas por Seymour Cray cuando él trabajaba para la Control Data Corporation (CDC, por sus siglas en inglés), este hombre logró convertir la construcción de estos “monstruos” en una suerte de carrera tecnológica por lograr mayores capacidades de procesamiento. Aunque en los 80 se diversificaron los productores, y estas potentes máquinas se convirtieron en herramientas de grandes instituciones como universidades o empresas. Hace poco tiempo comenzó sus andaduras una nueva maravilla de la computación. Su nombre es Summit (Cumbre es español), y según dicen, es la máquina más “inteligente” jamás creada por los seres humanos. En comparación con nosotros los “mortales”, Summit es capaz de hacer en un segundo un total de 200 cuatrillones de cálculos, un hito que a nuestra raza le llevaría nada menos que 6 300 millones de años en lograr.

Otro ejemplo de su capacidad podemos hallarlo si decimos que poniendo a cada uno de los 7 400 millones de personas del planeta a hacer un cálculo, les llevaría casi un año (305 días) en completar la operación. En el caso de Summit, podría lograrlo en lo que dura un pestañeo.

El sistema de archivo de Summit puede almacenar 250 petabytes de datos, lo cual dice bien poco así, de forma fría, pero mucho si se explica que eso significa un total de 74 millones de años en videos de alta definición. Por si fuera poco, si la equiparamos con Por si fuera poco, si la equiparamos con Sunway TaihuLight, el superordenador más poderoso hasta que apareció Summit, la nueva máquina puede duplicar su procesamiento. Nada mal, eh?

¿Y quiénes son sus creadores? Pues Summit fue gestada gracias a una combinación entre dos empresas de élite del mundo computacional: IBM y NVidia. Fabricada obviamente en Estados Unidos, se encuentra enclavada en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge (ORNL, por sus siglas en inglés), que a su vez se localiza en el estado norteño de Tennessee.

Las hileras de servidores, todos del tamaño aproximado de una nevera, que la componen, tienen un peso superior a las 340 toneladas. Además, esta “bestia digital” necesita de un espacio que equivale a 520 metros cuadrados, o lo que es lo mismo, dos canchas de tenis. De conectarla completa, se encargan alrededor de 300 kilómetros de cable. Como el gran monstruo que es, Summit necesita para su sistema de enfriamiento poco más de 4000 galones de agua por minuto. Según relatan sus “padres”, la máquina es tan capaz que ya realizaba supercálculos mientras estaba siendo ensamblada, lo cual ellos mismos describieron como manejar un auto de carreras mientras le ponían las gomas.

De momento, este prodigio de la mente humana tendrá como objetivo la creación de modelos y simulaciones que se basan en el uso de inteligencia artificial y aprendizaje automatizado, todos los cuales podrían ayudar a agilizar avances en campos vitales para el desarrollo de la humanidad.

Por ejemplo, en materia de astrofísica, se prevé que dejará a los científicos simular explosiones estelares de soles que son hasta miles de veces mayores que los que se recrean en nuestros días. Igualmente, dará la oportunidad de detectar doce veces más elementos que cualquiera de los restantes proyectos actuales, hecho que a su vez permitirá a los investigadores develar más información relativa a cómo elementos pesados como el hierro y el oro surgieron en nuestro planeta.

En el tema de los materiales y su desarrollo, Summit dará un empujoncito para lograr generar nuevas formas o elementos de almacenar, producir y transformar la energía. Y como para ello es necesario saber qué pasa con ciertas partículas subatómicas, ahí precisamente es donde entra la nueva máquina, que podría multiplicar por 10 la capacidad de simulación de estos comportamientos.

Contra el cáncer también pudiera resultar un poderoso aliado, ya que mediante el cruzamiento de reportes sobre rasgos de esta enfermedad con imágenes diagnósticas, podrá crearse un panorama de la población que sufre tales padecimientos, el cual tendría un nivel de precisión tal que solo se halla en pruebas concretas en pacientes reales.

Por último, Summit aportará su velocidad en torno al análisis de bases de datos que guardan información genética y biomédica, todo ello con el objetivo de que con su masiva capacidad de procesamiento se puedan precisar ciertos patrones de comportamiento al interior de las células humanas. Todo ello en un final puede contribuir a comprender mejor condiciones como el Alzheimer, o por otra parte que seamos capaces de entender el por qué ciertas personas son genéticamente propensas a algunas adicciones.